Desde el mes de enero funciona en el Centro Ituzaingó de la Colonia Berro, un taller de corte y costura, a cargo de las técnicas Mary Silvera y Alicia Giménez.
“El proyecto lo iniciamos en enero, y cuando nos enviaron a este Centro nos llamó la atención que trabajaríamos con varones, pero realmente ellos desde el comienzo se enfocaron en el trabajo, asisten a todas las clases, se interesan y aprenden.”
¿Cómo ha sido el proceso de enseñanza?
En marzo empezamos a confeccionar prendas, comenzamos trabajando mucho con tela polar, y también ellos se arreglan mucho la ropa.
Para el invierno realizaron camperas; nosotros hicimos los moldes, ellos marcaron, cortaron y confeccionaron.
¿Los adolescentes realizan prendas para sus familias?
Sí. La institución proporciona las telas y lo que ellos confeccionan en el taller es para su uso, ya sea para sí mismos o para la familia, incluso muchos de ellos tienen hijos pequeños y les hacen prendas de abrigo, hacen bolsos, juegos de sábanas, de toallas.
Desde este taller se realizaron los uniformes que están utilizando los funcionarios de INISA en algunos Centros, ¿cómo surgió esta idea de confeccionarlos junto a los propios adolescentes?
El proyecto original incluía la confección de uniformes, y en principio, como prueba piloto, se hicieron trescientos, que constan de una chaqueta para que los funcionarios utilicen sobre su ropa a fin de proteger la misma. Muchos adolescentes del Centro nos ayudaron en la confección por su propia voluntad, estableciendo así un ida y vuelta, es decir, nosotros les enseñamos y ellos nos han querido agradecer ayudándonos en la confección, y realmente nos han ayudado mucho, incluso hasta los planchaban.
En marzo empezamos a confeccionar prendas, comenzamos trabajando mucho con tela polar, y también ellos se arreglan mucho la ropa.
Para el invierno realizaron camperas; nosotros hicimos los moldes, ellos marcaron, cortaron y confeccionaron.
¿Los adolescentes realizan prendas para sus familias?
Sí. La institución proporciona las telas y lo que ellos confeccionan en el taller es para su uso, ya sea para sí mismos o para la familia, incluso muchos de ellos tienen hijos pequeños y les hacen prendas de abrigo, hacen bolsos, juegos de sábanas, de toallas.
Desde este taller se realizaron los uniformes que están utilizando los funcionarios de INISA en algunos Centros, ¿cómo surgió esta idea de confeccionarlos junto a los propios adolescentes?
El proyecto original incluía la confección de uniformes, y en principio, como prueba piloto, se hicieron trescientos, que constan de una chaqueta para que los funcionarios utilicen sobre su ropa a fin de proteger la misma. Muchos adolescentes del Centro nos ayudaron en la confección por su propia voluntad, estableciendo así un ida y vuelta, es decir, nosotros les enseñamos y ellos nos han querido agradecer ayudándonos en la confección, y realmente nos han ayudado mucho, incluso hasta los planchaban.
¿Cuántos adolescentes asisten a este taller?
El taller es lunes, miércoles y viernes, y los adolescentes van rotando durante el día ya que nosotras estamos diez horas corridas. Ellos van a sus clases de educación formal u otros cursos, y en las horas que tienen libres vienen a nuestro taller, que lo tenemos instalado en un espacio bien amplio que nos brindó el Centro.
Desde el primer día tuvimos total apoyo desde la Dirección del Centro Ituzaingó. Llegamos con una máquina que donó CIAF y a los pocos días nos proporcionaron dos más.
¿Cuáles son las próximas metas que se han establecido con este taller?
Que los adolescentes continúen entusiasmados y confeccionando prendas para ellos y su familia. Con el cambio de temporada les daremos nuevas ideas, y además, como en el Centro tienen un buen centro de entrenamiento, estamos haciendo conjuntos para entrenar, porque incluso muchos adolescentes están saliendo a competir afuera.
¿Enseñarán también a hacer moldes?
Sí, incluso algunos jóvenes ya están aprendiendo a hacerlos.
El taller es lunes, miércoles y viernes, y los adolescentes van rotando durante el día ya que nosotras estamos diez horas corridas. Ellos van a sus clases de educación formal u otros cursos, y en las horas que tienen libres vienen a nuestro taller, que lo tenemos instalado en un espacio bien amplio que nos brindó el Centro.
Desde el primer día tuvimos total apoyo desde la Dirección del Centro Ituzaingó. Llegamos con una máquina que donó CIAF y a los pocos días nos proporcionaron dos más.
¿Cuáles son las próximas metas que se han establecido con este taller?
Que los adolescentes continúen entusiasmados y confeccionando prendas para ellos y su familia. Con el cambio de temporada les daremos nuevas ideas, y además, como en el Centro tienen un buen centro de entrenamiento, estamos haciendo conjuntos para entrenar, porque incluso muchos adolescentes están saliendo a competir afuera.
¿Enseñarán también a hacer moldes?
Sí, incluso algunos jóvenes ya están aprendiendo a hacerlos.